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Martín Pittaluga y su huella

Martín es uno de los dueños de La Huella, el restaurante más reconocido de José Ignacio, Uruguay. Tuvimos la oportunidad de charlar con él y te contamos en esta nota, quién es este gran empresario gastronómico.


Pittaluga es uno de los titulares del Parador y restaurante más top de la zona puntaesteña. Ubicado en José Ignacio, y su mayor premisa es: “En la cocina no inventamos nada…. Cuidamos lo mejor que nos da el mar, la tierra y el fuego…”


¿Sus clientes? Desde turistas hasta gente reconocida como actores argentinos, personas de la farándula, empresarios y hasta la mismísima Noemí Campbell. Martín lo describe como un restaurante todo terreno. ¿Qué significa? “Que tratamos igual a todos nuestros clientes que vienen, a las familias, a los nuevos clientes, etc. Y eso no lo podemos perder. Todos los que vienen acá son cuidados y respetados”.


Para él, lo que lo diferencia de los demás colegas es que son muy locales y mucho de lo que hacen en la cocina es con productos naturales de la zona. “Somos los mayores en la gastronomía uruguaya, no los mejores, pero sí los más grandes. Nosotros hemos ayudado a que la cocina de Uruguay sea buena, ya que no es especialmente diferente o autóctona, pero sí muy buena”, destaca.


Además tiene sede también en Miami. Para el, esta ciudad está creciendo muchísimo, por lo tanto, es una zona muy competitiva. En Buenos Aires y en Miami también, tiene junto a su socio Fernando Trocca, otro restaurante llamado Orilla.


En este momento, van a incorporar una marca de perfumes y velas de la Patagonia Argentina: Fueguia. “En un momento pensamos que los perfumes no combinaban con la cocina, pero estamos haciendo un espacio interior donde todo sucede ahí. Es una gran experiencia porque vamos a tener perfumes que se hacen a medida, perfumes personalizados”.


En cuanto a la temporada de verano 2020, está muy concentrado en no aumentar los precios y seguir con los mismos, aunque cueste, a excepción de algunas variaciones, como la carne, que es la más afectada por la inflación.



¿De dónde nace su interés por la cocina? “De niño viajé mucho porque mi padre era diplomático y siempre me gustó la cocina. Después empecé a viajar mucho tiempo solo, me fui a Europa a los 19 años y empecé a ir a la cocina por necesidad. Construí mi trabajo: como no tenía papeles, ¿dónde encontraba trabajo en el mundo entonces? Empecé como lavaplatos, pasé a hacer las ensaladas y así fui creciendo”.


Su plato favorito: cualquiera que contenga frutos del mar o pescado. Le fascinan las almejas a plancha y como postre elige sin dudas, el volcán de dulce de leche, el más conocido del parador. Imposible no darse una vuelta este verano y probar su increíble menú cual nos tiene acostumbrados.


Por: Magalli Muller

Fotos vía La huella

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